lunes, 25 de junio de 2012

Descubriendo Lanzarote

La Isla de Lanzarote nos brinda de manera bien ponderada todos los elementos culturales, naturales, climatológicos, gastronómicos y hosteleros capaces de satisfacer completamente la estancia de aquel visitante que bien se acerque a la isla en busca de sol y playa; quizás buscando la más pura esencia vacacional, como del más curioso; aquel que esté dispuesto a dar un paso más y perderse entre sus agrestes parajes naturales, de singulares formaciones geológicas que nos muestran la desgarradora virulencia de una actividad volcánica, que a día de hoy, todavía se manifiesta viva y patente.



El clima de Lanzarote es subtropical, con escasas precipitaciones y una temperatura media anual que oscila entre los 17ºC y los 24ºC. Tiene una superficie de 845,93 km² y una población de 141.938 habitantes. La principales poblaciones son la capital, Arrecife, y la cercana Puerto del Carmen.





Tanto Puerto del Carmen como Playa Blanca, en la punta Suroeste de la isla, son sin duda los destinos turísticos-vacacionales por excelencia de la isla por la calidad de sus playas y la amplia oferta hostelera, que suponen un atractivo muy especial al turismo procedente de las Islas Británicas y del Centro de Europa.



Las playas urbanas tanto de Puerto del Carmen como de Playa blanca presentan un acondicionamiento excepcional y una oferta de servicios muy completa en su entorno cercano, si bien es cierto que para ciertos gustos puede dar la impresión de cierta masificación o explotación de las virtudes vacacionales de estos sitios.



Si deseamos disfrutar del mar en un entorno más auténtico, muy cerca de Playa Blanca, se puede acceder por una pista sin asfaltar al área natural protegida del entorno de la Punta del Papagayo, donde podremos descubrir playas y calas naturales de excepcional belleza, aguas cristalinas, tranquilas y a agradable temperatura, que nos pueden deparar una jornada de disfrute del mar absolutamente inolvidable.





El extremo Norte de Lanzarote ofrece varios puntos de interés al visitante. Uno de ellos sin duda es el denominado "Jardín de Cactus", en la localidad de Guatiza. Se trata de un audaz complejo arquitectónico obra de César Manrique que engarza de manera muy natural en el entorno, y donde podremos encontrar un curioso jardín con numerosísimas especies de cactus, configurando un conjunto de una belleza muy peculiar.



Muy próximos a la población de Haría podremos encontrar otros dos puntos de obligada visita, La Cueva de Los Verdes y los Jameos del Agua. Ambas formaciones se localizan en el interior de un túnel de origen volcánico producido por la erupción del Volcán de La Corona.

La visita a la Cueva de Los Verdes nos permitirá adentrarnos en las entrañas de la tierra para recorrer un tramo de dicho túnel, admirando su compleja y bella evolución.





Los Jameos del Agua deben su nombre a la existencia de un lago interior al tubo volcánico que les da origen, en su parte más cercana a la costa. Dicho lago se ha formado por infiltración, al hayarse por debajo del nivel del mar y en el habita una rara especie de cangrejo albino.





Los Jameos del Agua son accesibles por un derrumbamiento natural de la parte superior del tubo volcánico, dejando al descubierto enormes huecos por los cuales se puede acceder a esta fascinante formación geológica.



En la Punta Norte de Lanzarote también es interesante visitar el llamado Mirador del Río, situado en lo alto del Risco de Famara (a 475mts de altitud), donde se puede contemplar una espectacular vista de los abruptos acantilados que configuran esta línea de costa, y especialmente la cercana islita de La Graciosa, así como el exiguo brazo de mar que la separa de Lanzarote (el denominado "Río").





No podemos dejar de acercarnos sin lugar a dudas en nuestro recorrido por el Norte de la isla a la famosa Playa de La Famara, lugar de gran interés para los aficionados al surf por las especiales condiciones de viento permanentemente presentes en este lugar, y por donde circular con nuestro vehículo adquiere cierto cariz aventurero mientras sorteamos las dunas de fina arena dorada que el fuerte viento se empeña en formar a lo largo de la carreterilla costera.







En nuestro camino, ya sea desde o hacia el Noreste de la isla no podemos dejar pasar la oportunidad de parar en la localidad de Teguise, peculiar por preservar la típica arquitectura  de casas bajas de fachada blanca y marcos de puertas y ventana en verde. Paseando por sus calles disfrutaremos de una población que ha sabido conservar el auténtico sabor tradicional de la isla.





Saliendo de Teguise y en dirección a San Bartolomé, podemos aprovechar para hacer una parada en las inmediaciones de la población de Mozaga, concretamente en la Casa Museo Monumento al Campesino. Es aquí, en este significativo cruce de caminos del centro geográfico de la isla donde podremos visitar este conjunto arquitectónico también obra de César Manrique cargado de referencias simbólicas y culturales a las artes, modos de vida y personas más representativas de Lanzarote.





Continuando nuestro viaje en dirección a Yaiza, nos adentraremos en la La Geria, la más provechosa y singular de las comarcas insulares en cuanto a explotación agrícola se refiere, y más concretamente a los peculiares cultivos de viñedo,  que dan lugar a extraordinarios vinos.



Estas viñas se plantan excavadas en conos de ceniza volcánica (lapilli) denominados picones, que adicionalmente se protegen alrededor con muretes de piedra. Estas formaciones de viñedo dan una configuración muy peculiar a toda la zona.



Llegando a la localidad de Yaiza estaremos ya a las puertas del impresionante Parque Nacional de Timanfaya, sin lugar a dudas el lugar de belleza más sobrecogedora, con más carácter y singularidad de todos los atractivos turísticos de Lanzarote.

Las Montañas del Fuego o Timanfaya configuran el corazón de una amplia zona afectada por violentísimas erupciones volcánicas acaecidas entre los años 1730 y 1736, ininterrumpidamente, y con posterioridad en el año 1824.



Este largo proceso eruptivo cambió sustancialmente la morfología de la isla quedando prácticamente sepultada una cuarta parte de la misma bajo un grueso manto de lava y ceniza.



La visita al parque nos deparará un sobrecogedor viaje entre este mar de lava y los impresionantes conos volcánicos que dieron lugar a este fenómeno geológico.





También podremos ver exhibiciones en vivo que nos demostrarán con absoluta convicción la enérgica actividad volcánica todavía patente en la zona.





En el Oeste de Lanzarote encontraremos otros puntos extraordinariamente interesantes y que sin duda merece la pena visitar. Uno de ellos es la población de El Golfo, y más concretamente la cercana Laguna de los Clicos. Dicha laguna se encuentra en el interior de un cono volvánico semicircular, dado que la otra mitad ha sido erosionada y sepultada bajo el mar. La laguna presenta un peculiar color verde que adquiere por la presencia de determinadas especies de algas marinas.



Otro de los puntos de interés de esta zona de la isla son Los Hervideros. Los Hervideros son un conjunto de cavidades horadadas por el efecto erosivo del mar sobre los mantos de lava solidificados a pie de costa, creando un complejo entramado de cavidades. Cuando el mar irrumpe con violencia en estas cavidades, el agua puede salir expulsada a la superficie del terreno a través de dichas cavidades, formando así los denominados "bufadores" o surtidores de agua que asemejan estar expulsando grandes nubes de vapor de agua.




Y por último merecerá la pena acercarnos a disfrutar de las vistas de las Salinas de Janubio, las más extensas de Lanzarote además declaradas espacio natural protegido por disponer de una serie de valores paisajísticos y ecológicos que, junto a la peculiaridad y originalidad de su arquitectura salinera y la complejidad de sus sistemas hidráulicos, las convierten en uno de los ingenios salineros marinos más singulares.

lunes, 11 de junio de 2012

Parque Natural de El Cabo de Gata - Níjar

Cuando el visitante recorre los singulares parajes que visten el entorno del espacio natural del Cabo de Gata, se puede percibir la estremecedora sensación que provoca el encontrarse con una naturaleza cruda, árida, salvaje e inhóspita, quizás más propia de otras latitudes; y muchas veces se hacen palpables y apreciables las similitudes con los peculiares paisajes del África Mediterránea, y en no menos ocasiones con los desérticos enclaves del centro continental norteamericano, que desprenden aromas, unas veces a Espagueti-Western, otras a auténticas leyendas del más puro Far-West.






El Parque Natural Cabo de Gata-Níjar fue el primer espacio marítimo-terrestre protegido de Andalucía. Debido a los contrastes existentes entre el medio marino, el litoral y el terrestre, a las numerosas especies exclusivas que alberga y a las características propias de uno de los ecosistemas más áridos de Europa, este espacio fue también reconocido internacionalmente como Reserva de la Biosfera.





Gran parte de la peculiaridad ecológica y paisajística del Parque tiene su origen en la ausencia de invierno climático y en su diversidad geológica, con predominio de los sustratos de naturaleza volcánica, donde coladas de lava, domos y playas fósiles conforman un singular paisaje cuyas tonalidades ocres, negras y rojizas cautivan al visitante por particular belleza.







Cabo de Gata-Níjar cuenta con los 50 kilómetros de costa acantilada mejor conservada del litoral mediterráneo europeo. Esta interesantísima zona de costa es la que discurre entre el preciso punto geográfico del Cabo de Gata y la localidad de Carboneras, si bien esta población no pertenece al área protegida, sin duda es interesante su visita.


Cala Rajá, inmediaciones del Cabo de Gata

Merece especialmente la pena visitar localidades como San José, Aguamarga o Las Negras; poblaciones que balancean muy bien la oferta turística con la paisajística y natural, disponiendo de magníficas playas urbanas que se suceden entre la impresionante fachada litoral de abruptos acantilados.


Vista de San José


Playa de Aguamarga


Las Negras

También se pueden encontrar sobrecogedoras playas naturales como la Playa de los Muertos, Mónsul, Los Genoveses, o la playa de la Media Luna; recónditas y casi inaccesibles calas como Carnaje y de Enmedio, o la espectacular Cala del Carbón, con su suelo de bolos de color violáceo; y por supuesto espectaculares acantilados volcánicos y arrecifales como Punta de los Muertos y Mesa Roldán.


Playa de Los Muertos


Molino de viento, en la pista de acceso al litoral protegido, desde San José


Playa de Los Genoveses


Playa de Mónsul


Cala del Carbón


Mesa de Roldán

Estos interesantes enclaves son accesibles en coche, si bien habrá que circular por pistas no asfaltadas desde la localidad de San José en dirección al cabo geográfico. Sin embargo, desde las inmediaciones de la Cala del Carbón hasta el propio Cabo de Gata, el acceso está cerrado a vehículos motor, y sólo podremos acceder a dicha zona caminando. Desde el Oeste, el cabo es accesible por asfalto, su visita es igualmente imprescindible, y nos deparará unas vistas espectaculares al litoral.




Playa de dunas oolíticas de Los Escullos

Para más información:
http://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/servtc5/ventana/mostrarFicha.do?idEspacio=7406

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