domingo, 31 de mayo de 2009

Montañas en Red 2009

La asociación no lucrativa RedMontañas, fundada en junio de 2005, según proclaman sus representantes es la primera organización de ámbito estatal que ha asumido en nuestro país el reto de impulsar y coordinar la defensa de todas las montañas españolas y solicitar su protección institucional.

Todos los años promueven el desarrollo de una acción colectiva denominada "Montañas en Red", consistente en reivindicar la defensa de nuestras montañas, en la que cualquier persona o colectivo puede participar ascendiendo a una montaña y fotografiándose con una pancarta confeccionada a tal efecto. Todas las fotos de los voluntarios son colgadas en las galerías de la web del proyecto.

Quedamos a las 10:00h en punto de la mañana de este soleado Domingo, 31 de Mayo de 2009, en Collado Mediano Antonio y Noe (Cherokee y Nahane), Román, Roberto (Coldmeat), Pepe (ppcampillo), Jose Alberto, Elena, Icíar y Jose A. jr. (espimonte + lobezno), Felix (Totoyoyhil) y Juande, para celebrar a la vez que disfrutar de esta singular jornada de reivindicación y defensa de la naturaleza proclamada desde la iniciativa "Montañas en Red 2009". Antes de iniciar el ascenso al Cerro del Castillo aprovechamos para tomar un café y acercarnos a visitar este pequeño nano-cache de la serie PdE (Pueblos de España) dedicado a Collado Mediano.

Iniciamos la ascensión al Cerro del Castillo desde la Calle Cobañera, en torno a las 10:40h, por una pista asfaltada en sus primeros metros donde un cartel indicativo nos indicaba inequívocamente que aquel el camino a tomar hasta la cumbre.

Muy pronto alcanzamos el punto donde se esconde el cache "El mirador de la Cobañera".

Aprovechamos la cercanía para acercamos a visitarlo y lo encontramos curiosamente espoliado, ya que el contenedor, vacío, estaba tirado en el suelo a pocos metros del escondite, y el contenido del tesoro se hayaba dentro de la gran roca donde se alojaba el cache.

Recogimos y recompusimos todos los elementos y lo escondimos a unos pocos metros de distancia para evitar un espolio retirado debido a un posible encuentro casual. El paseo hasta este lugar resultó muy cómodo y agradable, y tras disfrutar unos minutos del lugar, no tardamos en proseguir nuestro camino hasta la cumbre.

La ascensión estaba siendo muy amena y divertida por las animadas conversaciones que llevábamos. Hasta tal punto que una vez proseguimos la marcha desde la zona del mirador de la Cobañera, nos despistamos y tomamos una pista equivocada, que en vez de dirigirnos a la cumbre nos condujo, siguiendo una curva de nivel, hasta una urbanización bien metida en la ladera del cerro, ya en entorno urbano de Becerril de la Sierra.

Comprobamos que desde este lugar no podíamos continuar hasta la cumbre, por lo que deshicimos el camino andado para regresar a la zona de la Cobañera y retomar la pista más adecuada. Llegamos de nuevo a un cruce de caminos, donde uno salía hacia el norte y otro hacia el este, rodeando ambos el cerro.

Tomamos el camino hacia el este y a los pocos metros lo dejamos para tomar una vereda que afrontaba con decisión las curvas de nivel, ganando altura rápidamente hacia la cumbre.

Esto empezó a rompernos un poco el ritmo, hasta que llegamos a un pequeño collado, a 1240mts de altura, donde paramos unos minutos para tomar aire.

Quedaban sólo 100 metros de desnivel por vencer, pero se hicieron duros en este tramo final por la contundencia de la pendiente y la escasez de sombra, en este día en el que el sol nos recordó que el verano ya está aquí.

Tras superar estas pequeñas dificultades alcanzamos la cumbre, en torno a las 13:00h, y por tanto la zona del cache, donde lo encontramos sin mayores problemas.

La Vista que se disfruta desde aquí es absolutamente fantástica y nos ofrece una panorámica no muy habitual de las cumbres de Guadarrama.

Y por supuesto no perdimos la ocasión de realizar la foto reivindicativa de rigor de Montañas en Red. Como curiosidad en la cumbre encontramos unos excursionistas que casualmente habían elegido esta cima para secundar también esta iniciativa.

Y para culminar la jornada, nada mejor que las super-hamburguesas de rigor que ya se van haciendo cada vez más habituales en este tipo de excursiones por la zona.

Un pantagruélico festín, sin duda.

sábado, 2 de mayo de 2009

Por Tierras de El Maestrazgo (II)

El Maestrazgo o Maestrat Castellonés se extiende desde el interior de la provincia de Castellón en su límite con Aragón hasta la propia costa mediterránea. Presenta una gran diversidad de parajes montañeses y marítimos, y no menores joyas y tesoros históricos y culturales que en el lado turolense.

Todavía con el buen sabor de boca que nos deparó la jornada anterior en nuestro recorrido por el Maestrazgo Turolense, comenzamos con entusiasmo esta nueva jornada de Sábado, 2 de Mayo de 2009, que dedicaríamos a visitar la comarca en toda su extensión por la provincia de Castellón, llegando a tocar incluso la costa.

Así pues decidimos salir desde Castellote directamente hacia Vinarós, para hacer una mejor gestión del tiempo, y desde allí ir retrocediendo de vuelta para visitar los enclaves más interesantes que encontramos a nuestro paso.

Nada más salir de Castellote por la carretera A-226, nos llama poderosamente la atención la presa del Embalse de Santolea, donde paramos para admirar las bonitas vistas del propio paraje que configura el embalse, y también la panorámica del ámplio valle que se abre hacia Castellote.

Retomamos la marcha parando poco después en la pequeña pedanía de Las Planas de Castellote, una pequeña pedanía que ha pasado de tener 476 habitantes en 1875 a una población que en la actualidad no llega a la decena de habitantes; una muestra más, aún viva, del terrible y acuciante proceso de despoblación por la que ha atravesado la comarca de El Maestrazgo.

Hicimos una pequeña parada en Las Planas para visitar las Bodegas Borraz del Maestrazgo y adquirir unas botellas de vino de la tierra. El propietario de la explotación nos enseñó las instalaciones de la Bodega; la prensadora, los depósitos de acero inoxidable y hasta incluso la cava en la que envejecen, en barrica de roble primero, y después en botella, los crianzas y reservas seleccionados.

Se trata de una explotación pequeña, coqueta, de producción limitada y muy cuidada, que produce un vino de calidad, impetuoso, alegre, provocador, y de notable contundencia, del cual no dudé en llevarme varias botellas para mi ulterior deleite.

Continuamos nuestro viaje hacia la costa pasando ahora por la pedanía de los Alagones. Superada esta, y antes de llegar a la población de Bordón, tomamos a nuestra izquierda una sinuosa y exigua carretera que nos acercó tras apenas un kilómetro, y numerosas curvas, al pueblecito de Luco de Bordón, última población de la provincia de Teruel, adentrándonos en un paisaje de sublime belleza.

No pudimos dejar de pasar la ocasión de parar un momento para tomar algunas fotos de la impresionante panorámica que desde la carretera pudimos disfrutar de esta pequeña pedanía. Su plaza Mayor conserva un hermoso conjunto arquitectónico formado por el ayuntamiento renacentista, con la característica lonja, y la Iglesia parroquial barroca (s. XVII). Adicionalmente, muy cerca se halla la ermita del Pilar, con su fuente de aguas milagrosas.

Proseguimos el viaje por esta carreterilla pasando ya a la provincia de Castellón, y concretamente por la localidad de Villores, primera localidad del Maestrazgo Castellonés que encontramos en nuestro camino. Lo que más no llamó la atención de este momento de viaje fue la presencia de unos curiosos espantapájaros que custodiaban los cultivos cercanos a la población.

Salimos ahora a la carretera CV-14 hasta la localidad de Morella, admirándonos ante la impresionante vista de su conjunto arquitectónico, cuya visita nos reservábamos para la tarde, y desde allí tomamos la N-232 que ya muy cómodamente nos acercó hasta la costa castellonense.

Dio la casualidad que en el día de hoy, se celebraba la tradicional romería que los morellanos realizan hasta el santuario de la Mare de Déu de la Vallivana. Se trata de una popular y ancestral celebración que se revive cada año desde 1763. Centenares de romeros ocupaban un carril completo de la carretera nacional, desde Morella hasta la ermita, ante un importante dispositivo de la Guardia Civil que regulaba con eficacia el paso de vehículos y peatones.

Cabe destacar que esta parte del Maestrazgo, entre Morella y la costa, es mucho más abierta y menos abrupta que la zona más interior, y en lo que respecta al paisaje, llaman la atención los numerosos barrancos que encontramos a nuestro paso, por cuyos marcados cauces fluyen con fuerza torrentes de agua en época de bonanza pluviométrica.

Llegamos a Vinarós en torno a las 12:45h, el municipio costero más septentrional de la Comunidad Valenciana, emplazado en el llamado Bajo Maestrazgo. Destacan las bonitas playas y calas que componen la línea de costa de esta población, habilitando en las mismas curiosas plataformas de madera para mejorar la comodidad de los bañistas.

Continuamos por la carretera N-340 siguiendo la línea de la costa y deteniéndonos de vez en cuando para disfrutar de alguno de estos singulares paisajes marítimos.

Pronto llegamos a Benicarló, donde tras recorrer brevemente su centro urbano, llegamos a la bonita playa de La Caracola, desde la cual se puede disfrutar de una bonita vista al Castillo de Peñiscola. Aprovechamos la bonanza climatológica que teníamos hoy para pasear por esta playa y sentarnos a disfrutar de un refresco a pie de mar, y reponer fuerzas para emprender el viaje de retorno y las subsiguientes visitas que teníamos planeadas.

Regresamos por la N-340 haciendo parada en la, simplemente espectacular, ciudad de Morella. Morella puede considerarse como la capital del Maestrazgo Castellonés, emplazada en una zona de orografía abrupta e irregular de cerros, muelas y barrancos, al más puro estilo de estas tierras, la vista que obtenemos de la ciudad al aproximarnos a la misma es difícil de encontrar en otros puntos de nuestra geografía.

Morella se presenta a nuestros ojos manteniendo plenamente, aún en nuestros días, su eminente carácter medieval. Emplazada en un abrupto cerro a más de 1000 metros de altitud, transmite a la perfección su naturaleza de auténtica plaza inexpugnable, rodeando su casco viejo una robustísima muralla en perfecto estado de conservación, y coronándola, en lo más alto del cerro en que se asienta, su absolutamente impresionante y colosal castillo, de aspecto hercúleo, inaccesible, simplemente infranqueable.

Entramos a la ciudad por la Puerta de Sant Mateu y dejamos el coche aparcado junto a la muralla y nos dirigimos hacia el centro de la ciudad por la empinada escalinata de la calle de la Costera de Sant Joan.

Tras superar los innumerables peldaños de esta curiosa calle, salimos hasta la calle de D. Blasco de Alagón, en el corazón del centro urbano de la ciudad. Se trata de una calle estrecha, con edificios de media altura de curiosas balconadas y de bajos bellamente porticados, y alguna que otra casona señorial, que configuran el mejor ejemplo arquitectónico característico de la ciudad, que la hizo merecedora de la declaración de Conjunto Histórico Artístico desde 1965. Paseando por esta calle observamos gran animación y actividad comercial.

Continuamos nuestro paseo girando por la calle de la Virgen de Vallivana, donde encontramos unas de estas casas solariegas, la llamada Casa Rovira, donde se dice que San Vicente Ferrer obró el milagro de la resurrección de un niño que había sido cruelmente asesinado.

Subiendo por esta calle llegamos a la Iglesia Arciprestal de Santa María la Mayor, una verdadera joya del gótico construida en los s. XIII-XIV, de la que destacan sus dos puertas exquisitamente ornamentadas, La de Los Apóstoles y la de Las Vírgenes. Visitamos también su interior donde se puede encontrar un fascinante e imponente Retablo Barroco del s.XVI, recubierto de pan de oro durante el s.XVIII.

Continuamos nuestro paseo por la Carrer de l’Hospital, bellamente empedrada al más puro estilo medieval, que nos dejó en la Placet de Sant Francesc, justo a la entrada del Claustro del Convento de San Francisco.

Es precisamente desde el Claustro de este convento por donde podremos acceder al recinto amurallado del castillo, vista que merece la pena en todo punto.

En cuanto al Castillo, se trata de una fortaleza del siglo XIII de origen islámico con reformas posteriores de arquitectura medieval. Consta de la plaza de armas en su punto más alto (1.070 m), con un curioso aljibe de origen romano todo ello rodeado de diversos restos de habitaciones, palacetes, torreones, estancias para los cuerpos de guardia y un sinfín de infraestructuras pertenecientes a diferentes formas de civilización y culturas. En el área del castillo han aparecido restos prehistóricos, ibéricos y romanos, huelga decir con esto la carga histórica que tiene la zona y el intenso reuso que, cultura tras cultura, se ha venido realizando de este emplazamiento.

La vista al castillo puede llevarnos en torno a dos horas por el enorme tamaño del recinto, que se divide en tres niveles: un primer nivel situado en la parte inferior del peñón en el que se encuentras la entrada y el Palacio del Gobernador. En el segundo nivel se situaban las baterías de artillería. Y en el tercer nivel se encontraría el castillo propiamente dicho. La parte inferior esta rodeada de murallas y torres, de las cuales son la mayoría semicirculares, que surgen de la parte oeste en forma de zigzag.

La vistas que se van obteniendo de la ciudad, sus alrededores, y de los niveles inferiores del castillo a medida que vamos ascendiendo, son, sencillamente, insuperables e inolvidables, destacando la panorámica hacia la zona de La plaza de toros de la localidad, Santa María la Mayor, y el acueducto gótico medieval de "Santa Llúcia".


Una vez terminada la visita al castillo, terminamos la visita a la ciudad con un paseo circular por su parte alta, bordeando el recinto del castillo en sentido contrario a las agujas del reloj, retornado por la Avenida de los Hermanos Gallen Ferreres. Un paseo por un bonito parque que nos hizo disfrutar es esta primaveral tarde, y que nos ofreció algunas otras pintorescas estampas de la arquitectura típica de Morella y su seña de identidad.

Salimos de la ciudad de Morella ya bien entrada la tarde y tomamos la carretera CV-14 que, tras adentrarnos por parajes espectaculares de profundos barrancos y belleza salvaje, nos dejó en otro de los enclaves más singulares del Maestrazgo Castellonés, la localidad de Zorita del Maestrazgo.

En Zorita del Maestrazgo se encuentra el Santuario de La Virgen de Balma. Se trata de un edificio religioso enclavado en la roca, de estilo renacentista, construido entre los siglos XVI y XVIII, compuesto de un santuario con gruta, iglesia y hospedería.

Este enclave es el más claro ejemplo de la mística que impregna a toda la comarca de El Maestrazgo. La Balma se venera bajo culto mariano desde 1308, cuando se dice que la Virgen se le apareció a un pastor, aunque realmente, el lugar pudo ser objeto de otras tradiciones paganas desde tiempos ancestrales.

A principios del s.XX este centro de peregrinación fue protagonista del desarrollo de una serie de acontecimientos asombrosos y terribles, relacionados con la práctica de milagrosas curaciones y exorcismos por parte de unas supuestas “brujas” procedentes de Caspe (Las “Caspolinas”), para la sanación de supuestos endemoniados; rituales y peregrinaciones en los que se llegaban a congregar en torno a 20.000 personas, y en los que se incurría en actividades de carácter violento o sexual, muy controvertidos e incómodos tanto para la iglesia como para las autoridades en un momento muy particular de la historia de España, por lo que, en los albores del estallido de la Guerra Civil, dichos cultos fueron completamente erradicados.

Hoy no pudimos acercarnos a ver in situ el Santuario puesto que se hallaba cortada la carretera de acceso, por lo cual, siendo ya en torno a las 20:00h, pusimos rumbo de regreso a Castellote, pasando por Aguaviva y Más de las Matas, dando así por concluida esta maravillosa jornada por el Maestrazgo Castellonés.

http://www.terra.es/personal2/filip1/ciclo/morella.htm

http://es.wikipedia.org/wiki/Zorita_del_Maestrazgo

http://www.planetwoow.com/leyendas%20castellon/el%20santuario%20de%20la%20balma/santuario_de_la_balma.htm

viernes, 1 de mayo de 2009

Por Tierras de El Maestrazgo

El Maestrazgo es tierra vigorosa y áspera, desgarradoramente despoblada, mística y empapada de historia en cada uno de sus rincones, que manifiesta crudeza en sus abruptos parajes de escarpados cerros y anchos barrancos de belleza inusitada e insólita, entre los cuales, los pueblos buscan su sitio, y se custodian las más misteriosas leyendas y secretos templarios.

El Maestrazgo es tierra rigurosa y de gentes templadas, sobrias y austeras, donde las casonas ruinosas comparten soledades con piedras, peñascos y terrones, y también con alguna cabra hispánica, que todavía en estos campos reclama a su reino.

El Maestrazgo ofrece al visitante un viaje a la España más originaria, intemporal, ascética, legendaria y mística; paisajes desoladores de atractivo magnético y sublime; y una contundente gastronomía de exquisitos escabeches y carnes recias conservadas en aceite, regadas con vinos impetuosos, provocadores, casi, casi violentísimos.


Ha sido en este puente del 1 y 2 de Mayo de 2009 cuando, quizás de manera no apresurada, pero si improvisada, he decido consumar una idea que venía rondándome en la cabeza desde hacía ya algún tiempo; visitar esta tierra de El Maestrazgo. El Maestrazgo (El Maestrat o El Maestrat vell en valenciano) es una comarca histórica y natural que se extiende por el norte de la provincia valenciana de Castellón y el sureste de la provincia aragonesa de Teruel.


El nombre de Maestrazgo deriva del término “maestre”, ya que estos territorios se encontraban bajo la jurisdicción del Gran Maestre de las órdenes militares del Temple, San Juan y Montesa.

El lugar elegido para alojarme ha sido la localidad de Castellote, y más concretamente el Hostal Castellote, al cual llegué en compañía de mi buena amiga Anca a media noche del Jueves 30 de Abril, con idea de aprovechar por completo la jornada del Viernes, día 1 de Mayo, visitando algunas de las localidades y sitios de interés en la zona turolense de El Maestrazgo.

Castellote se ubica, muy protegido, en un pintoresco enclave arropado por la ladera de un áspero cerro en cuya cima se emplaza un castillo templario, posiblemente de principios del s.XIII, reducido a ruinas durante las Guerras Carlistas. La carretera que da acceso al pueblo, atraviesa mediante un túnel una colosal pared rocosa que configura la cara norte de esta montaña.

En este singular paraje y entre las altas paredes rocosas se levanta la impresionante Ermita del Llovedor, que data del s.XVIII, aunque a raíz de una tradición del s.XV. Se dice que en 1405, año de terrible sequía en Castellote, once mozos hicieron una peregrinación a la cercana Ermita de La Balma (en Zorita del Maestrazgo) para rogar por la lluvia. Como la gracia fue concedida, se estableció por costumbre realizar anualmente esta romería, hasta que el Obispo de Tortosa les impidió el acceso a este templo. Es por eso que los castellonenses decidieron levantar un nuevo enclave de peregrinación, cerca de su pueblo.

La pared que cobija la Ermita remana agua en abundancia por una serie de grietas en la roca donde ha proliferado la vegetación, dando lugar a que el agua, al fluir entre estos musgos y algas, caiga en forma muy similar a la de la lluvia.

De aquella ancestral tradición, se conserva la tradicional romería celebrada precisamente en tal día como hoy, 1 de Mayo, en la que los hombres acuden en solitario al lugar, ataviados con una vistosa medalla, en recuerdo de aquellos primeros once mozos que originaron esta singular leyenda y por ende este espectacular enclave.

Salimos de Castellote poniendo rumbo hacia la cercana localidad de Molinos.

El casco urbano de esta población presenta calles pintorescas, estrechas, irregulares y empinadas, de gran atractivo.

Junto al impresionante barranco de San Nicolás, se elevaba un castillo calatravo, prácticamente desaparecido en la actualidad. Destaca así mismo La Iglesia Parroquial dedicada a Nuestra Señora de las Nieves, de estilo gótico del siglo XV, declarado monumento histórico-artístico de carácter nacional.

En su interior, de aspecto impresionante y sobrecogedor, se puede admirar una ancestral pila bautismal sin datación conocida (probablemente s.III) y una pila bautismal finamente labrada, del s.VIII.

Así mismo la localidad dispone de un museo con varias salas de exposición, donde entre otros diversos elementos que ayudan a la interpretación del entorno, se exhibe la mandíbula del “hombre de los Molinos”, hallada en las cercanas Grutas de Cristal, y que perteneció al homo-sapiens-sapiens más antiguo encontrado en Aragón (25.000 años de antigüedad). No desaprovechamos la oportunidad de adquirir en la localidad algunos productos de la tierra, queso de cabra y una conserva de lomo en aceite.

Tampoco quisimos perder la ocasión de visitar estas famosas cuevas, situadas a pocos kilómetros del pueblo, en el llamado paraje de Las Graderas, descubiertas en 1961 por un grupo de espeleólogos ayudados por las gentes del pueblo.

Llegamos en torno a las 11:30h a las Grutas de Cristal; tras adquirir una entrada y esperar unos minutos, pronto comenzamos subir las empinadas escaleritas que dan acceso a la entrada de la gruta. Durante la visita pudimos disfrutar de la excepcional belleza de las formaciones de estalactitas y estalagmitas, y especialmente de las muy curiosas y enigmáticas estalactitas excéntricas (que crecen en forma de estrella hacia todas las direcciones) que abundan en la gruta, para las cuales la ciencia no ha llegado a dar aún una explicación contundente acerca de su formación.

La gruta no es especialmente grande ya que consta tan sólo de dos o tres salas unidas por cortas galerías, si bien destaca la extraordinaria belleza de las curiosísimas formaciones que recubren paredes, suelos y techos. Cabe destacar que la gruta no ha terminado de ser explorada y que los espeleólogos han descubierto algunas salas más, que todavía no pueden visitarse, pero que a buen seguro, en un futuro cercano, quedarán habilitadas para disfrute del público.

Vistas las Grutas de Cristal, nos dirigimos ahora al pueblecito de Ladruñán y su cercana pedanía de La Aljecira para visitar las Hoces del Río del Río Guadalope.

Durante nuestro trayecto en coche tuvimos la ocasión de pasar cerca de Dos Torres de Mercader, un pequeño pueblecito con una población de en torno a una decena de habitantes, que desde la carretera ofrecía una bonita panorámica, encajonado en un valle y rodeado de olivos, y que nos invitó a parar para disfrutar de estas singulares vistas y tomar alguna foto.

Estamos adentrándonos sin duda en lo más recóndito del Maestrazgo turolense, y eso se nota y nos hace disfrutar intensamente de nuestro viaje por carretera, disfrutando de las vistas de casonas derruidas, profundos valles y abruptos cerros que nos encontramos ante nuestros ojos, al girar en cada curva que nos deparaba la serpenteante carretera, que cada vez más estrecha socavada, nos conducía bordeando el embalse de Santoles hacia la localidad de Ladruñán.

Una vez en Ladruñán, tomamos una pista que coincide con el sendero de gran recorrido GR-8, y que tras un par de kilómetros nos acerca a la pequeña pedanía de La Algecira. Desde esta pista podemos obtener una espectacular vista del pequeño pueblecito en el Marco incomparable de Las Hoces del Río Guadalope.

Una vez en el pueblo, tras un corto paseo, en el que quizás haya que sortear el paso de algún rebaño de ovejas, alcanzamos rápidamente la ribera del Río Guadalope.

Este punto es una encrucijada de caminos, desde el cual el GR-8 prosigue su camino hacia Villarluengo y Pitarque, y comienza un sendero de pequeño recorrido (PR), que siguiendo la ribera del río por su margen izquierda, nos adentra hacia la hoz permitiéndonos visitar los tres abrigos de pinturas que se conservan en este lugar: La Vacada, El Arquero y El Torico, y que toman su nombre respectivamente de las figuras representadas en cada manifestación artística.

Una vez disfrutamos en su justa medida este muy bello y singular paraje, deshicimos por carretera el camino andado para dirigirnos ahora a otra de las localidades emblemáticas del Maestrazgo Turolense, Cuevas de Cañart.

Esta localidad fue declarada Conjunto Histórico Artístico por su extensísimo patrimonio cultural que podemos apreciar en una breve visita por las calles de la localidad. De este patrimonio destacan: La Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol, Barroca de 1770.

El Convento de las Concepcionistas Franciscanas, de humilde y sobria fachada.

Convento de los Monjes Servitas (1790), esplendoroso edificio que aún nos muestra su relevancia y belleza de otros tiempos, en avanzado estado de ruina, prácticamente en su totalidad, y en el que paramos por unos minutos para admirarlo con detenimiento.

Destacan también la Ermita de San Blas, Barroca de 1648, utilizada como Centro de Interpretación de la localidad; La Ermita de la Virgen de los Pueyos, también barroca del siglo XVII, levantada en sobre los vestigios de un primigenio castillo del s.XII; El Portal de Marzo; Ayuntamiento, antiguo horno y varias casas nobles entre las cuales: Don Iñigo de Aragón, Casa Moliner y Casa de los Arellano. Impresionan también notablemente en el paseo por la localidad sus famosos arcos ojivales, de los siglos XIV y XV, utilizados originariamente para la canalización de aguas.

Terminada la visita a Cuevas de Cañart, no dejamos pasar la oportunidad de pasarnos por el Bar Nº7 antes de abandonar la población, para tomar un aperitivo y degustar una exquisita ración de Jamón de Teruel, que resultó de gran agrado y provecho dadas las horas que ya iban siendo.

Continuamos nuestro periplo por El Maestrazgo Turolense dirigiéndonos ahora a la localidad de Pitarque. De nuevo la carretera evoluciona atravesando parajes insólitos y bellísimos. De hecho, a pocos kilómetros de Cuevas de Cañart, el asfalto desaparece durante un tramo apreciable en el que es sustituido por una pista, en buen estado general, que evoluciona serpenteante subiendo y bajando pequeños cerretes y laderas de belleza virgen.

En las inmediaciones de Montoro de La Mezquita, volvemos a recuperar el asfalto que ya no nos abandonará hasta Pitarque. En este tramo, pasamos al lado del Mirador de Los Órganos de Montoro, una impresionante formación geológica adyacente al río Guadalope, compuesta por millares de agujas verticales pétreas que recuerdan la forma de un órgano, que el río y la lluvia se han encargado de modelar en estas calizas desde hace unos cuantos millones de años.

Por fin llegamos a Pitarque, en torno a las 16:30h. Pitarque atiende a las características arquitectónicas fundamentales que imperan en todas las poblaciones del Maestrazgo Turolense.

El mayor atractivo que ofrece esta localidad es su proximidad al Nacimiento del Río Pitarque. La ruta se inicia desde el centro del pueblo, donde recorriendo sus calles encontramos la Iglesia de Santa María la Mayor, del siglo XIX, y alcanza el Nacimiento del Río Pitarque tras unos 5kms de marcha.

Recorriendo este camino se pasa así mismo junto a la Ermita de la Virgen de la Peña. No disponíamos ya de mucho tiempo y menos fuerzas para completar los 10 kms a pie requeridos para visitar este singular enclave natural, uno de los más bonitos de toda la comarca, pero sí que nos buscamos un lugar junto al río, entre las profundas gargantas que atraviesa, para hacer una parada, comer un bocadillo, y admirar la belleza de este entorno.

Y con la visita a Pitarque dimos por concluida la jornada por el Maestrazgo Turolense, y regresamos a Castellote para descansar y preparar la jornada del Sábado, que nos adentraría en el Maestrat Castellonés.

http://es.wikipedia.org/wiki/Maestrazgo

http://infomaestrazgo.com/

http://es.wikipedia.org/wiki/Castellote

http://www.redaragon.com/turismo/pueblos/http://www.comarcamaestrazgo.es/

http://www.lascuevasdecanart.com/patrimonio.htm